El brote de sarampión que ya golpea con fuerza al norte de México amenaza con extenderse al resto del país, que este jueves se echó a las carreteras y los aeropuertos en busca de un descanso de al menos cuatro días. El parón de Semana Santa, con sus viajes nacionales e internacionales, puede desbocar los contagios de una enfermedad que no ha dejado de escalar desde que las autoridades lanzaron el primer aviso el 13 de marzo, cuando se localizaron los primeros 22 casos: 18 en Chihuahua y cuatro en Oaxaca. Un mes después, un hombre ha fallecido como consecuencia de la enfermedad y el total de contagios confirmados ha ascendido a 435, 417 de ellos únicamente en el Estado fronterizo. Las autoridades regionales y federales han reforzado la campaña de prevención y han vacunado en los primeros tres meses del año a 715.000 personas, un esfuerzo importante, coinciden los expertos, que sin embargo dudan de que sea suficiente.“Los datos actuales son previos al inicio de las vacaciones, donde todavía los niños estaban en la escuela y los papás en sus trabajos. Ahora junta niños enfermos con papás de vacaciones, en un hotel, en el avión, en autobuses o restaurantes. Esto se puede descontrolar fácilmente”, apunta Óscar Sosa, médico especialista en epidemiología. El riesgo de que haya un brote nacional es grande, incide. Aunque los casos se concentran en Chihuahua que, a diferencia de Oaxaca, no ha logrado todavía contener su brote local, los contagios han ido poco a poco extendiéndose a otros Estados, el último de ellos Tamaulipas, que acaba de registrar sus primeros dos casos. Además, hay al menos cinco confirmados en Sonora, cuatro en Campeche, más los cuatro primeros de Oaxaca; y en Sinaloa, Querétaro y Zacatecas, uno en cada uno.El gráfico de Chihuahua que mostró a comienzos de la semana el secretario de Salud, David Kershenobich, apuntaba a una tendencia a la baja tanto en los casos probados como en los sospechosos, un rayo de esperanza dentro del paisaje de propagación. Sin embargo, los expertos entibian las expectativas. “Puede ser el efecto de las vacaciones. La gente dejó de reportarlo en estos últimos días porque ya se iban”, considera Samuel Ponce de León, coordinador del programa sobre Riesgos Epidemiológicos y Emergentes de la UNAM. ”Ya pasó con la covid”, señala también Óscar Sosa. “Pensábamos que íbamos a alcanzar el pico máximo y, dos semanas después, se rebasaba”. El periodo de incubación del sarampión es de 7 a 21 días, explica, por lo que habría que dejar pasar dos ciclos completos, 42 días, para poder comprobar si el panorama realmente ha mejorado o no.En el Estado del norte, mientras tanto, se ha dado la tormenta perfecta. La presencia de comunidades religiosas contrarias a la vacunación lo convierten en un blanco perfecto para la propagación de los contagios, un escenario que se presenta periódicamente y que esta vez se ha encontrado con un sistema de salud público menos preparado. “Nos hemos topado con muchos esquemas de vacunación incompletos y mucha desinformación”, ha dicho el director del distrito de Salud de Chihuahua, Julio César Ortega: “Primero empezamos tocando la puerta y, si nos abren y nos dan la oportunidad de platicar con ellos, informamos sobre la vacunación y procedemos a actualizar los esquemas”.Además, añade Ponce de León, lo más probable es que se establecieran tardíamente los cercos sanitarios, una medida de contención que consiste en vacunar a las personas que han estado en contacto con el paciente inicial, incluido el personal sanitario. “Cuando tienes 30 o 40 pacientes distribuidos en más de un municipio, puedes tratar de hacerlo, pero cuesta mucho más esfuerzo, trabajadores, vacunación, y de todo eso adolece el sistema de salud mexicano”, lamenta el experto.La dispersión territorial es un factor clave que podría explicar parte de la diferencia con Oaxaca, que no ha aumentado de casos desde el inicio y donde tres de los cuatro registrados se concentran en la capital estatal. “Los esfuerzos se suelen concentrar en esas ciudades, donde la densidad de población es mayor”, dice Óscar Sosa. Los casos en Chihuahua, sin embargo, se concentran en Cuauhtémoc, una ciudad céntrica pero no “tan importante” como Ciudad Juárez, que destaca también por la movilidad de personas. A todo ello, dicen los especialistas, se suma la falta de experiencia del personal médico con esta enfermedad: “La mayoría no ha visto ni conoce ningún caso de sarampión. Pueden pensar desde que son picaduras de insectos hasta rubéola, varicela, alergias o una gripa normal”.Con Tamaulipas engrosando la lista de Estados afectados, además de Sonora y Chihuahua, todas ellas regiones de paso de migrantes, el brote podría extenderse también hacia los extranjeros que buscan alcanzar la frontera norte, cuya cobertura de vacunación es desconocida. Al otro lado del río Bravo, el problema es igual o peor. Texas, que cuenta, como Chihuahua, con una gran comunidad menonita contraria a este método de prevención, atraviesa un brote sin precedentes en los últimos años. Acumula 561 casos confirmados, 712 si se incluye al resto del territorio nacional, y han muerto dos niños como consecuencia de la enfermedad.“Estamos viendo cómo funcionan las políticas de Salud en Estados Unidos y cómo el secretario, Robert F. Kennedy Jr., recomendaba la contención con vitamina A y aceite de hígado de bacalao. Si las coberturas no mejoran, vamos a tener nuevas historias [de contagios]”, vaticina Ponce de León. “Si replicas el mensaje antivacunas en una comunidad antivacunas, lo único que vas a hacer es reforzar el estigma contra la vacunación”, apuntala Sosa.Del lado mexicano, en contraste, la población cuenta con mayor apego a este método de prevención y el Gobierno está intentando concienciar sobre la importancia de vacunarse, especialmente en vacaciones. Las autoridades han aplicado 715.000 dosis estos tres meses, 43.700 de ellas en Chihuahua, y han recuperado las Semanas Nacionales de Vacunación, que iniciarán el 26 de abril. Los expertos, no obstante, se muestran preocupados de que se estén descuidando los esfuerzos en los adultos por concentrarlos en los niños. De todas las dosis suministradas, solo 46.000 corresponden a la doble viral (para sarampión y rubéola), que es la que se aplica a los adultos. El resto, casi 670.000, son de triple viral (que incluye las paperas), destinada a los infantes. El primer fallecido este año por la enfermedad, de hecho, tenía 31 años y padecía diabetes. En Chihuahua, las dosis están más niveladas: 23.725 y 19.369, respectivamente. El alcance, en cualquier caso, es pequeño para la población del país, dicen los especialistas.Menores tasas de vacunación y menos presupuesto para hacerloEl sarampión, con síntomas especialmente agresivos en los niños, es la enfermedad infecciosa más contagiosa del mundo, por encima de la covid o la influenza. Eso hace necesario contar con una tasa de vacunación de más del 95% para que una población sea resistente, un objetivo que México alcanzó pero del que se ha alejado en los últimos años. En 2023, la cobertura para los niños de un año fue del 85,8%; para los de seis, del 82,5% y, para los de 18 meses, del 45,6%, según los datos de la Comisión Nacional para la Salud de la Infancia. En Chihuahua, el Estado que está sufriendo en primera línea el embate del brote, las cifras descienden hasta el 76,1%, el 78,2% y el 21,2%, respectivamente. A pesar de ello, el Gobierno federal recortó el presupuesto del programa de vacunación de niños y adolescentes más de 1.000 millones de pesos este año, dejándolo en 4.572 millones, casi un 20% por debajo. “Buena parte [de la deficiencia actual] es responsabilidad de la Secretaría de Hacienda y sus prioridades. No alcanzan a ver que no gastar en algunos temas resulta más caro que lo que pretenden ahorrar”, lamenta Ponce de León, que cree que este escenario presenta una oportunidad perfecta para que la autoridad sanitaria reclame un refuerzo en el sistema de vacunación.América había sido la única región de la OMS que había sido certificada como libre de sarampión, primero en 2016 y luego en 2024. El año pasado se confirmaron 465 casos de la enfermedad en todo el continente. En menos de cuatro meses, los contagios registrados entre Estados Unidos y México este año duplican esta cifra y la rebasan. En lo que va de siglo, recuerda la organización, esta vacuna ayudó a evitar en América seis millones de muertes, 60 millones en todo el mundo.CréditosGráficos: Patricia San Juan Flores y Mónica Juárez.

La Semana Santa amenaza con desbocar el brote de sarampión en México
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