En la Fórmula 1, el apodo Iceman (Hombre de Hielo) es propiedad de Kimi Raikkonen, un piloto casi más recordado por sus frases célebres y sus desplantes que por el título de campeón del mundo que se adjudicó en 2007, el último de Ferrari hasta el momento; en aquella explosiva temporada en la que McLaren organizó una guerra civil en su garaje entre Fernando Alonso y Lewis Hamilton. Con el finlandés retirado desde hace cuatro años, su sobrenombre podría perfectamente heredarlo Oscar Piastri, el australiano de 24 años que probablemente mejor cartel de futuro tiene en el paddock, tras Max Verstappen.Más informaciónEn su tercer curso en el Mundial, el piloto de Melbourne es el único que ha sido capaz de repetir triunfo en lo que llevamos de campeonato —ganó en China y en Bahréin—, y perfectamente podría acumular su tercera victoria de cinco posibles este domingo en Yedda (19.00, Dazn). Piastri arrancará el segundo, desde la primera línea y junto a Verstappen, que lo hará desde la pole position —la segunda de este ejercicio para el holandés—. Lando Norris comenzará el décimo como consecuencia de un error en la eliminatoria definitiva de la cronometrada (Q3), que le llevó a terminar estampado contra el muro. Carlos Sainz saldrá el sexto, a la vez que a Alonso le espera otro domingo de brega, dado que partirá el 13º en un gran premio que parece proyectar un duelo entre Piastri y Verstappen, a la espera de ver hasta dónde es capaz de remontar el segundo McLaren.La tabla general de puntos la comanda Norris, con solo tres puntos de ventaja sobre Piastri, quien, por el contrario, ha ganado dos pruebas por una del británico. De hecho, el corredor de Victoria lideraría cómodamente la clasificación de no haberse quedado derrapando en el césped empapado de Melbourne, cuando rodaba el segundo, en el evento inaugural.McLaren tiene, muy probablemente, la dupla más equilibrada de la parrilla. No solo en términos de edad —se llevan un año y medio entre ellos—, sino también en velocidad y números —cinco victorias a cuatro para Norris—. La principal diferencia entre ellos es la vertiente psicológica. Mientras el de Somerset (Gran Bretaña) es mucho más permeable a lo bueno y también a lo malo, ni el gesto, ni siquiera la voz de Piastri experimentan ninguna oscilación independientemente de lo que le ocurra en pista. Esa frialdad ha hecho que muchos de los jefes de equipo del certamen le consideren a él incluso más favorito para el triunfo final que a Norris, alguien que no tiene ningún reparo en fustigarse públicamente después de una pifia como, por ejemplo, la de este sábado en Yedda. “¡Jodido idiota!”, se dijo a sí mismo el chico, cuando por la radio le preguntaron si estaba bien inmediatamente después del impacto.Sin embargo, esa característica que tanto llama la atención en Piastri no es del todo genuina, sino que responde a una estrategia y a un plan de trabajo. Quién sabe si parte de la experiencia de Mark Webber, su agente, alguien que tiene un máster en mecanismos de autopreservación, si tenemos en cuenta lo canutas que las pasó en Red Bull, al lado de Sebastian Vettel. “He sido emocional un par de veces a lo largo de mi carrera. Y cuando se trata de emociones negativas, sí que tienen un impacto negativo en uno. Por eso creo que es algo natural intentar estar tranquilo, mantener la calma, aunque eso también implica mucho esfuerzo de forma consciente”, comentaba Piastri, en la previa de la quinta parada del calendario. “La radio tiene un botón por una razón concreta, de modo que la usas cuando crees que debes hacerlo. Probablemente haya más cosas [de mí] que no se ven debajo del casco. Pero así es cómo lo afronto”, añadía el aussie.

Oscar Piastri ni siente ni padece, segundo tras la ‘pole’ de Verstappen | Fórmula 1 | Deportes
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