Claudia Sheinbaum retrasó este jueves su rueda de prensa matutina para atender una llamada telefónica con Donald Trump. Ambos mandatarios mantuvieron una conversación “cordial, breve, como de 15 minutos”, ha dicho Sheinbaum, centrada en “seguir fortaleciendo el tratado (de libre comercio, el TMEC) y los temas que interesan a ambos países”. La llamada llega además dos días después de que el presidente estadounidense anunciara una nueva rectificación en su guerra arancelaria. Esta vez encaminada a suavizar los aranceles al sector del automóvil. La mandataria mexicana hizo alusión al nuevo decreto y lo puso como ejemplo de que “hay un deseo de que lleguemos a mejores acuerdos”. La rectificación de Trump, firmada el martes, modifica los aranceles del 25% sobre las importaciones de piezas de automóviles, que se espera que entren en vigor el 3 de mayo. Se trata de una suavización escalonada, con tarifas progresivas que quedan eliminadas a partir del tercer año. El anuncio es un gran alivio para México, que en todo caso contaba con el colchón del TMEC, que también concedía ciertas exenciones según el porcentaje fabricado en territorio americano. México es el principal exportador de automóviles a EE UU. El año pasado cerró con 2,9 millones de vehículos enviado, con un valor de 78.500 millones de dólares Al sumar autopartes y motores, las divisas ascienden a más de 182.000 millones de dólares, según las cifras del Departamento de Comercio estadounidense.Tuve una conversación muy positiva con el presidente Trump; acordamos que los secretarios de Hacienda y Tesoro, así como de Economía y Comercio, seguirán trabajando en los próximos días en alternativas para mejorar nuestro balance comercial y avanzar en los temas pendientes para…— Claudia Sheinbaum Pardo (@Claudiashein) May 1, 2025

Sheinbaum recordó cuál es uno de los puntos más repetidos en la retórica del magnate republicano para justificar su guerra arancelaria: “Están muy interesados en disminuir el déficit comercial con México y nosotros estamos planteando como tener más comercio de ambas partes para beneficios de todos”. Pese a la rebaja para el sector automotriz, siguen en pie para México los aranceles para el aluminio y el acero. La presidenta mexicana también detalló que durante la llamada se acordó que los secretarios de Hacienda y Tesoro, así como de Economía y Comercio, “seguirán trabajando en los próximos días en alternativas para mejorar nuestro balance comercial y avanzar en los temas pendientes para beneficio de ambos países”.La mandataria mexicana ya había celebrado la suavización de los aranceles para la fabricación de automóviles el mismo día del anuncio. “Se reconoce no solamente la parte construida en Estados Unidos, sino en todo, en los tres países, para su descuento, eso es muy importante, porque nuevamente hay un reconocimiento, pues del valor del Tratado Comercial México-Estados Unidos-Canadá“, dijo el martes. El TMEC es el salvavidas al que se está agarrando México en medio de las turbulencias. Ya en la primera orden de Trump se establecía que las autopartes que cumplan con el tratado permanecerán libres de aranceles hasta que las autoridades comerciales establezcan un proceso para aplicar aranceles a su contenido no estadounidense. Es decir, México y Canadá tendrán la oportunidad de certificar su contenido estadounidense para librar una parte de la nueva tarifa. Con la enésima rectificación de la Casa Blanca, el panorama mejora incluso un poco más.

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