Han pasado cinco meses desde la última aparición del presentador Jordi González (Barcelona, 62 años) en televisión. Cuando las primeras alarmas por su ausencia en el plató de D Corazón —que presenta junto a Anne Igartiburu— comenzaron a sonar, él mismo hacía una pequeña conexión para aparecer en su programa e informar de que se había puesto enfermo durante su estancia en Colombia: “Después de 15 días de vacaciones, he cogido un trancazo. Estoy con dolor de espalda, dolor en la garganta, fiebre… La semana que viene en teoría estoy allí. Ayer empecé a sentirme fatal… No sé qué me pasó ayer, me puse a llorar, a toser… Suele pasar que cuando estás de vacaciones te pones malito”, declaró entonces el presentador. Pero esas declaraciones no anticipaban ni dejaban entrever la realidad de su situación ni su delicado estado de salud, pues después estuvo tres semanas en coma y casi dos meses en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) —55 días en Colombia y dos más en España—. “He estado a punto de morir. Los médicos me han salvado la vida”, reconoce ahora a Semana, una revista de la que es portada en su número de este miércoles 14 de mayo.“Estoy bien. Ahora estoy bien, pero he estado muy mal, verdaderamente mal…”, subraya González. El presentador revela en la entrevista que en el momento en el que empezó a encontrarse mal llamó a Igartiburu, quien se trasladó al país latinoamericano al día siguiente para acompañar a su compañero y consiguió que un médico fuera a visitarle a Medellín, la ciudad colombiana donde se encontraba. “Ese médico determinó que tenía que ingresarme urgentemente. Estaba saturando muy poco oxígeno en la sangre. Tenía también fiebre alta, pero la oxigenación en sangre era extremadamente baja”, cuenta en la entrevista. “Luego me explicaron que era porque el oxígeno no me llegaba correctamente al cerebro”. Una vez en el hospital, le hicieron pruebas y determinaron que su estado era consecuencia de una bacteria, que no lograron identificar. “Me pusieron antibiótico en vena durante muchos días, pero la fiebre no bajaba y yo cada vez estaba peor. Así que tuvieron que inducirme el coma. Estuve en coma tres semanas”, revela el presentador.Más información“Lo que yo tenía era una bronconeumonía bilateral, que es la enfermedad que ha matado al papa Francisco, agravada por una crisis renal. Es un diagnóstico con claro índice de mortalidad”. Continúa así: “Esta enfermedad tiene un índice de supervivencia del 30% o, lo que es lo mismo, un índice de mortalidad del 70%. Por lo cual, los médicos estaban un poco abatidos porque yo no me recuperaba y con ese índice de mortalidad empezaban a verlo realmente complicado”. Ante esta situación, los médicos decidieron inducirle un coma para, en sus palabras, “tenerme más controlado”.El presentador cuenta así cómo vivió esta experiencia: “No vi ningún túnel blanco. No vi ninguna luz, no vi nada, no me enteré absolutamente de nada y cuando me despertaron era porque ya habían conseguido estabilizarme. Ya habían conseguido que bajara mi fiebre y que la presión fuera tolerable”. “Aun así, yo llevaba sondas por todo el cuerpo. Ahí empezaron a salvarme la vida porque yo estaba verdaderamente mal”. “Claro que he estado a punto de morir porque no había manera de identificar esa bacteria y cuando pasan 25 días y los antibióticos no consiguen bajar la fiebre, los médicos empiezan a darte por perdido”. Y añade: “De hecho, es probable que si no me hubieran inducido al coma, ahora mismo no estaría sentado contigo”. Anne Igartiburu y Jordi González durante el programa ‘D Corazón’ de RTVE.RTVE“Los médicos nos dijeron que estaban convencidos de que no salía adelante. De hecho, a Anne, que viajó a Colombia hasta en dos ocasiones, le dijeron que avisara a la familia para que viajaran a Colombia para despedirse”, cuenta González, aunque luego específica que no llegó a despedirse. Una vez que no había ningún riesgo de traslado a España en un avión medicalizado, González regresó.Después de su experiencia, al presentador le han quedado varias secuelas físicas, entre ellas la marca de una traqueotomía: “Tengo marcas en el cuerpo de haber estado enganchado a máquinas, pero he recuperado la voz y estoy recuperando la forma física, porque después de tantas noches en la UCI pierdes mucho y muscularmente hablando, estoy débil”. Sobre su estado psicológico afirma: “En los primeros días, cada noche tenía pesadillas, pero afortunadamente solo fue la primera semana, luego desaparecieron”.Los presentadores Anne Igartiburu y Jordi González, el 15 de enero de 2024, en la presentación del programa ‘D Corazón’ de RTVE en Madrid. Europa Press News (Europa Press via Getty Images)Después de lo que le ha pasado, González ha cambiado su forma de ver la vida: “Cuando despiertas de esta pesadilla y te das cuenta de que has estado tan cerca de la muerte y que es tan fácil pasar al otro lado en un momento, he hecho, inevitablemente, una reorganización de mis prioridades. Veo mi vida de otra manera. Voy a ser menos González y más Jordi. Voy a renunciar a intentar estar bien siempre, a intentar contentar a todas las personas… No quiero convertirme en un borde, pero quiero ponerme el primero de la lista”, señala. De momento, no hay fecha para la vuelta de González a la televisión y al programa D Corazón: “Sé que ahora no puedo porque los médicos no me dejan y, por tanto, no me lo planteo. La tele es caprichosa y es una industria imprevisible y no decido yo únicamente”. A pesar de estas declaraciones, afirma que su intención es volver al trabajo, aunque su prioridad es su salud: “Me apetecería seguir haciendo cosas que me gustan y trabajar con gente que me gusta. Pero, en este momento, estoy en fase de cambio de prioridades y no sé qué ocurrirá ni qué pensaré cuando esté en plenas facultades”.

Jordi González desvela que ha estado tres semanas en coma y dos meses en la UCI: “He estado a punto de morir” | Gente
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