Todo comienza como algo típico: cuatro de veinteañeros se reúnen en una cochera de Culiacán a principios de los 2000 para formar un grupito de música y dar sus primeros conciertos en pequeñas fiestas de familiares y amigos. Siempre van de negro, por lo que les empiezan a conocer como Los Buitres. Firman con una disquera local y, unos años después, triunfan entre canciones de amor y No Tengas Miedo, tema que da comienzo a los corridos alterados, una variante de letras explícitas influenciada por la violencia que vive México por guerra contra el narcotráfico de Felipe Calderón (2006-2012). Los alterados triunfan, hasta que Sinaloa prohíbe –como en otros momentos– los narcocorridos en el territorio. Poco más de 10 años después, el género vuelve a estar en el ojo del huracán por enésima vez. “Nosotros ya pagamos esa factura”, afirma a este diario Eulogio Sosa, músico de Los Buitres.La actuación de Los Alegres del Barranco en Guadalajara, donde proyectaron el rostro de El Mencho, líder del Cartel Jalisco Nueva Generación, y la batalla campal en un palenque en Texcoco tras la negativa de Luis R. Conríquez a interpretar sus corridos bélicos hicieron estallar la controversia por el género. Estados Unidos retiró las visas a Los Alegres, y varios Estados de la República han comenzado a vetar y sancionar a los artistas del género. El eco que terminó de resonar en Palacio Nacional, donde la presidenta, Claudia Sheinbaum, trata de motivar a los artistas a cantar sobre temas no apologéticos.Sosa reflexiona sobre esta polémica y reconoce que la amenaza de la retirada de visas de trabajo por parte de Estados Unidos –como les ocurrió a Los Alegres– ha llevado a las agrupaciones a suprimir ciertas canciones en los conciertos. Como sucedió en un reciente concierto de Luis R. La reacción del público fue arrojar de todo al escenario provocando graves disturbios.Pregunta. ¿Pudo ver las imágenes de Luis R. en Texcoco?Respuesta. Sí, fue una noticia bastante grande. Nos sorprendió. La gente quiere culpar a veces: “No, es que tocan corridos, y los corridos ocasionan eso”. Y no es eso. Algo de lo que dijo el cantante detonó esa reacción. Sentí que Luis R. se puso a retar al público cuando dijo: “No hay [corridos]”.P. En las imágenes parece que el público quería escuchar sus corridos bélicos.R. Claro. Si compras un carro deportivo, pero te dicen: “no corras, dale despacito”, ¿para qué compras un deportivo? Si voy a escuchar a un cantante que canta corridos y no canta corridos, ¿para qué pagué? Obviamente, el público se molestó. Me puse a pensar: si eres cantante de corridos y te prohíben cantar los corridos, pues habría sido inteligente de su parte trabajar un rato en lo que sepa que va a pasar.P. ¿Cómo ven esta controversia tras más de 20 años de carrera?R. Ahorita quizás tendría que pasar esto [la polémica]porque hay poca regulación, y no solo en los corridos. El reguetón el año pasado estaba en el top de todo, y son letras muy ofensivas. Es un buen momento para que el Gobierno haga una regulación, y me incluyo si en alguna de nuestras letras hay algo que se tenga a bien que se cambie, porque es lo que están escuchando las nuevas generaciones.El escenario destruido por el público durante el concierto de Luiz R. Conríquez tras negarse a cantar narcocorridos, el 11 de abril en Texcoco, Estado de México.RR SSP. Pero ahora el foco está sobre el corrido.R. Los corridos han existido siempre. Nosotros ya pasamos esta factura. Cuando hicimos el movimiento alterado. También se prohibieron.P. Desde Los Alegres ha habido muchas reacciones. Muchos Estados plantean sanciones y retiradas de licencias.R. Las veo bien. Siento que tiene que ir la normatividad más arriba. Se hace demasiada música diariamente. De todos los que somos del regional mexicano, yo creo que el 80% cantamos corridos. El problema es la letra que vas a usar en tu corrido, cómo te vas a expresar. Es casi como un medio de comunicación, que llevamos las historias, pero hay que saber qué historias llevar y cómo contarlas.P. Parece la misma polémica que hace unos años.R. Es exactamente lo mismo, pero ya superó los límites de dónde llegó. Llegó a oídos de la presidenta. Con los movimientos alterados, no se llegó hasta arriba. La prohibición no sirve. Cuanto más le prohíbas a la gente, más consume. En esos tiempos, en Sinaloa se prohibieron los corridos. La gente iba en sus camionetas y se paraban afuera de la casa del gobernador [en aquel entonces Mario López Valdez] a poner los corridos a todo volumen. Porque lo puedes prohibir en la calle, pero en la camioneta no.P. El Gobierno de Sheinbaum afirma que quiere incentivar otro tipo de letras, pero no prohibir el género.R. Está bien hasta cierto punto. No creo que se puedan prohibir los corridos. Hay corridos dedicados a Pancho Villa, ¿se lo vas a prohibir? Fue parte de la historia de México. Siempre defendí esta idea: es la manera en la que cantes. Imagínate ahora a Luis R., a Peso Puma o a Natanael cantando puras románticas o cumbia. Ellos no son eso. Les vas a arruinar la carrera. No es que no cantes corridos, pero hay que moderar la forma en la que lo cantas. Sin ser tan explícito. Estamos en un momento donde las letras son muy grotescas, muy vulgares.Los Buitres tenemos de todo. Cuando llegó el movimiento alterado, los cantábamos porque era la gente quien lo pedía. Este fin de semana pasado, probamos a no cantar corridos. No hubo un solo abucheo. También estamos hablando de que es un proceso que duró muchos años.P. ¿Este tipo de iniciativa puede frenar los narcocorridos?R. No como tal la iniciativa. Pero el revuelo que se está haciendo es lo que sí va a hacer pensar a las nuevas generaciones en qué componer. Los nuevos compositores van a pensar “yo no puedo grabar esto”.P. Por qué cree que la actuación de Los Alegres sacudió tanto la polémica.R. Creo que por la rapidez de las redes sociales, pero también por la presión de Estados Unidos. Ese personaje que pusieron [El Mencho] es uno de los más buscados allá. ¿La primera conclusión que fue? [La retirada de] las visas. Era un evento grande, entonces la gente sí se sintió un poco ofendida. Bajo mi punto de vista, sí se equivocaron. Estuvo mal, y nos viene afectando a todos los colegas.Imágenes de El Mencho proyectadas durante el concierto de Los Alegres del Barranco en un concierto en Zapopan, Jalisco, en marzo pasado. P. ¿Cree que la retirada de visas puede ser un problema para artistas del género?R. Claro. Nosotros decidimos no renovar por el momento nuestra visa de trabajo. Nos da miedo que por uno nos vayan a regar a todos. Y ya ha habido varios casos de personas a las que sus renovaciones de visas les han sido negadas o les ponen el trámite administrativo, que puede durar hasta dos años.P. Junior H. no cantó corridos sobre narcos en Coachella. ¿Puede ser por este mismo tema?R. Así es. Definitivamente. Cuando sacas una visa americana cuesta, y no cuesta poco. Los compañeros –y me incluyo–, nos estamos manteniendo ahora de sacar la visa de trabajo.P. ¿Dejarán también de cantar sus corridos en los conciertos?R. Nuestros corridos son de fiesta, como el del Tamarindo, que es sobre uno de los primeros youtubers. Ya pagamos la factura en nuestro tiempo. Si tenemos corridos que van a ofender, se omiten del show sin problema. Podemos hacer un set sin corridos.P. ¿Estamos ante una crisis en el género?R. Estamos en un límite muy delgado. Nos puede afectar a todos si no ponemos de nuestra parte. Es un momento de concientizar, y si nosotros no lo hacemos, nos lo van a imponer, y ahí nos va a afectar y doler mucho.

Los Buitres de Culiacán, precursores del corrido bélico: “Imagínate ahora a Peso Pluma cantando puras románticas… Él no es eso”
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