En entrevista para el podcast “Dinero y Finanzas Personales” de “El Heraldo de México” la especialista en nutrición Incluyente y autora del libro “Tu peso no es el problema”, Raquel Lobatón, indicó que, en el México y múltiples lugares del mundo, existen estándares de belleza, que obligan a las personas, sobre todo, a las mujeres, a someterse a dietas y procedimientos médicos peligrosos o con costos sumamente elevados, con la finalidad de cumplir con una estética aceptable para su contexto social.
Esta cultura también denominada “economía de la delgadez” tiene un impacto directo en nuestros bolsillos, pues los gastos que representa realizar modificaciones excesivas en nuestro cuerpo no empatan con nuestra raza, nuestro contexto social, nuestra edad y mucho menos con nuestra situación económica.
En consecuencia, nuestras decisiones se ven influenciadas por el consumo de productos y servicios que “nos prometen” acercarnos a esos ideales de belleza que a su vez traerán consigo múltiples privilegios y recompensas.
De acuerdo con Raquel Lobatón, este ideal de belleza, desencadenado por la violencia estética, suele ser gordofóbico, porque desprecia la gordura frente a la delgadez, racista, porque en la mayoría de las ocasiones está orientado a alcanzar la blanquitud sin importar nuestro origen racial y es gerontofóbico, pues desprecia la aparición de arrugas, propias de los adultos mayores y premia rostros, jóvenes, no por ello, vemos en el supermercado productos milagro, cremas para “rejuvenecimiento facial” y accesorios para estirar las líneas de expresión.
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Sumado a este tema, se encuentra una estricta cultura de dietas, que de acuerdo con Lobatón es un sistema de creencias que ha llevado a las mujeres a pasar la vida tratando de enfocarse arbitrariamente a lo que se considera como “el cuerpo ideal” y cuyos estándares pueden ir variando de acuerdo a el contexto geográfico en que se desarrolla.
Además, en muchos casos, se ha demostrado que una mala práctica tiene consecuencias terribles para los y las pacientes, como problemas renales, depresión o lamentablemente la muerte. Conoce más sobre la economía de la delgadez y la violencia estética en “Dinero y Finanzas Personales”:
¿Cómo se relaciona la violencia estética con la brecha salarial?
La violencia estética se caracteriza por ejercer presión social para que las personas modifiquen su aspecto corporal, aún si ello representa, riesgos en su salud mental o física. Además, el sector femenino, se ve directamente violentado pues padece los estragos de la brecha salarial, pues no sólo ganan menos por el mismo trabajo que realiza un hombre, sino, que se ven orilladas a gastar más, para acercarse a los prototipos de belleza.
“Hay estudios que demuestran que las mujeres en puestos similares que son delgadas ganan más, que las mujeres gordas en puestos similares y esto no ocurre en los hombres. Entonces, entre más nos alejamos de ese estándar de belleza menos ganamos” Raquel Lobatón, especialista en nutrición.
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