Apenas van poco más de dos meses de la segunda presidencia de Trump y a algunos ya les parece que ha durado demasiado. La disrupción que ha generado en muy diversos temas ha sido de tal envergadura que mucha gente se pregunta hasta cuándo va a durar todo esto. Y no es para menos, en muy poco tiempo Trump ha afectado el orden económico y político mundial.En la parte económica, el tema de los aranceles es posiblemente el más disruptivo, pero también el más errático. Trump ha amenazado tanto con ellos que ya nadie tiene claro qué es lo que realmente pretende. En el proceso, Trump ha dejado ya muchas heridas. Su relación con sus principales socios comerciales, México y Canadá, se ha tensado innecesariamente. Su reciente anuncio sobre la aplicación de aranceles a los automóviles ha generado enormes preocupaciones no solo entre los productores, sino también entre los consumidores estadounidenses, quienes seguramente tendrán que cargar con la mayor parte de ellos.Trump ha sido tan insistente con el tema arancelario, que mucha gente duda de hasta dónde realmente está dispuesto a llegar. Algunos analistas creen que su postura se ha vuelto tan intransigente, que difícilmente reculará una vez más. Sin embargo, hay razones para creer que esta nueva amenaza no tiene mucha viabilidad en el mediano o largo plazo. En mi opinión, hay dos posibles fuentes de contención para las políticas y las amenazas de Donald Trump: los mercados y los electores. Ambos elementos ya han comenzado a operar.En el caso de los mercados, las bolsas de valores ya reflejan pérdidas importantes como resultado de las erráticas políticas que ha anunciado el Presidente Trump. El índice Standard and Poor’s 500, por ejemplo, ha perdido ya el 10% de su valor con respecto a su punto histórico más alto, el cual se logró a mediados de febrero de este año. El índice Nasdaq, por su parte, ha perdido más del 14% de su valor con respecto a su máximo valor del año, el cual se alcanzó también en febrero de este año. El índice menos afectado ha sido el Dow Jones, el cual ha perdido cerca de 8% con respecto a su valor máximo del año, el cual se alcanzó unos días después de la toma de posesión del presidente Trump.La pérdida de riqueza que ha resultado de estas caídas en los índices accionarios es brutal. Se calcula que las pérdidas rondan los 5 billones de dólares, es decir, cinco mil millones de millones de dólares. Esta súbita pérdida de riqueza contrasta significativamente con lo que se anticipaba ante la llegada de Trump al poder. Se esperaba que su agenda pro-mercado y anti-regulatoria, ayudaría a que la economía prosperara. Sin embargo, su agresiva retórica proteccionista está generando un pésimo ambiente de negocios en Estados Unidos. Es justo aquí dónde entra el tema electoral. ¿Cuánto tiempo durará esta visión proteccionista? ¿Será esto realmente lo que quiere el electorado estadunidense? A juzgar por algunos indicios recientes, las políticas de Trump han comenzado a generar una cierta reacción negativa entre los electores.El martes pasado, por ejemplo, hubo votaciones en el condado de Lancaster, en el estado de Pennsylvania, para elegir a un Senador estatal. Esta elección parecía estar definida de antemano considerando que se trata de una región compuesta por suburbios y comunidades agrícolas que habían optado por los candidatos republicanos desde finales del siglo XIX (136 años, para ser precisos). Más aún, en la reciente elección presidencial, Trump logró derrotar a Kamala Harris en este distrito por una brecha de más de 15 puntos porcentuales. Sorprendentemente, en la elección de la semana pasada ganó el candidato Demócrata, James A. Malone, un alcalde de una pequeña comunidad de la región, quien derrotó a Joshua Parsons, un militar retirado, exprocurador y actual Comisionado del condado, quien se jactaba de ser cercano a Trump y de haber sido el Comisionado electo con el mayor número de votos de la historia del condado.Por otro lado, el martes 1 de abril habrá elecciones especiales en el estado de Florida en donde estarán en juego dos lugares de la Cámara de Representantes. Los lugares que serán votados corresponden a Matt Gaetz, quien fue nombrado por Trump como Fiscal General de Estados Unidos, y a Michael Waltz, Asesor Especial en Seguridad Nacional del Presidente Trump. Al aceptar dichas postulaciones, los dos renunciaron a los puestos que habían obtenido en el Congreso, por lo que se convocó a nuevas elecciones. Uno hubiera pensado que la elección sería un paseo en el campo para los republicanos, especialmente porque se trata de Florida, un estado que ganó Trump cómodamente. Sorprendentemente, esto no parece ser así. Encuestas recientes sugieren que al menos una de las elecciones será muy cerrada, ya que está dentro del margen de error. Así es, el candidato demócrata, Josh Weil, está solo 4 puntos porcentuales del republicano Randy Fine, en un distrito en el que Trump ganó la elección presidencial por más de 30 puntos porcentuales. Aun si ganara la elección el republicano, el margen tan reducido que anticipan las encuestas parece sugerir que una parte del electorado estaría castigando al candidato republicano.La preocupación porque esto pudiera ser una tendencia generalizada llevó a que la Casa Blanca retirara este viernes la postulación de la congresista Elise Stefanik para ser embajadora de Estados Unidos frente a las Naciones Unidas. De haber continuado con la nominación, ella tendría que haber renunciado a su escaño y su lugar se habría tenido que poner en juego con un alto riesgo de perder la elección especial, lo que podría haber reducido la de por sí precaria mayoría republicana en la Cámara de Representantes (218 a 213).En suma, el Presidente Trump no parece tener el tiempo a su favor. Los mercados han hablado y se han manifestado abiertamente en contra de sus políticas tan erráticas. Los electores han comenzado a dar señales de desaprobación de la ruta seguida por el gobierno republicano. Las elecciones de medio término están a menos de veinte meses. Las probabilidades de recesión han aumentado y las tasas de interés se mantendrán relativamente altas durante el resto del año. El presidente Trump está arriesgando su mayoría en el Congreso y, con ello, también estaría arriesgando el posible éxito de su segunda gestión. ¿Hasta cuando persistirá en su intento por mantener los aranceles?

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