El Ministerio de Defensa ruso ha informado este martes de un ataque ucranio con más de un centenar de drones contra la región fronteriza de Kursk, parcialmente ocupada por Ucrania. Varios de estos aparatos no tripulados utilizados como proyectiles impactaron durante las primeras horas de la madrugada en la ciudad homónima. Al menos una mujer de 85 años perdió la vida, según la administración regional, que calificó la ofensiva como “masiva”, en un mensaje en Telegram. El gobernador interino de la región de Kursk, Alexander Khinshtein, ha informado en un vídeo de que 24 edificios se vieron afectados, tres de ellos “bastante graves”. El ataque se produce en medio de la conmoción causada en la vecina Ucrania por el bombardeo este domingo con misiles balísticos de la ciudad de Sumi, en la linde con Kursk, en el que perdieron la vida 35 personas, junto a más de un centenar que resultaron heridas.Las autoridades ucranias no se han pronunciado por el momento sobre el ataque con drones en la región de Kursk. Según el Ministerio de Defensa ruso, sus fuerzas armadas derribaron durante la noche 115 drones lanzados desde Ucrania en distintos puntos del país, 109 de ellos en la región de Kursk. Moscú no informa de cuántos en total atravesaron la frontera, solo de los que pudieron interceptar. Los dos bandos se envían cada noche enjambres de aparatos no tripulados de diferentes clases.Este martes, las Fuerzas Aéreas de Ucrania han informado de que Rusia atacó el territorio ucranio durante la madrugada con 62 de estos proyectiles, de los que pudo derribar 40, mientras que otros 11 no alcanzaron su objetivo, probablemente inutilizados a través de medios electrónicos.En la región de Kursk se está desarrollando en la actualidad una de las batallas clave de la actual contienda entre los dos países. Allí, el ejército ucranio mantiene cerca de 70 kilómetros cuadrados de terreno bajo su control, mientras el enemigo ruso, que acumula en el sector en torno a 67.000 hombres, sigue empujando para liberar por completo ese pedazo de terreno en la frontera con la provincia ucrania de Sumi, clave en unas posibles negociaciones de paz. Kiev ordenó el pasado agosto una ofensiva sorpresa sobre Kursk, de la que llegó a conquistar más de 1.000 kilómetros cuadrados.La proximidad de un fuerte contingente militar ruso en la frontera ha elevado el número de ataques con misiles sobre ciudades cercanas a la linde ucrania como Sumi. Moscú, que reconoció el bombardeo con dos proyectiles balísticos el pasado domingo sobre esta urbe, mantiene que su objetivo era una reunión con militares, argumento que rechaza Kiev. Las víctimas mortales fueron civiles.En la noche de este lunes, Rusia volvió a atacar la misma ciudad con un misil, pero en esta ocasión cayó sobre las afueras sin ocasionar daños. Unas horas antes, el presidente estadounidense, Donald Trump, manifestó, en sus primeras declaraciones sobre la matanza, que le habían comunicado que “fue un error” del ejército ruso.Precisamente en el plano diplomático, se mantiene cierto celo al contenido del diálogo abierto entre Estados Unidos y Rusia sobre el posible cese de las hostilidades en Ucrania. El enviado especial de Trump a Moscú, el multimillonario Steve Witkoff, ha detallado en una entrevista concedida a la cadena estadounidense Fox que su reunión el pasado viernes en San Petersburgo con el presidente ruso, Vladímir Putin —la tercera que mantienen— fue “convincente”.Según lo relatado por Witkoff, en el encuentro se habló sobre los “cinco territorios” que las tropas rusas mantienen bajo control desde el inicio de la invasión a gran escala hace tres años. Esto, en aparente referencia a Crimea, anexionada por Rusia de forma ilegal en 2014, Donetsk y Lugansk, ocupadas de forma parcial también desde aquel año, así como Zaporiyia y Jersón. El enviado estadounidense ha señalado además que junto a esta ocasión también hablaron de “protocolos de seguridad” y de la relación de Ucrania con la OTAN.Desde Moscú ha sido el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, el que se ha manifestado este martes sobre las conversaciones con Washington. “No es fácil acordar los componentes clave de un acuerdo, se están discutiendo”, ha manifestado en una entrevista con el periódico Kommersant. “Somos muy conscientes de cómo se ve un acuerdo mutuamente beneficioso, que nunca hemos rechazado, y de cómo se ve un acuerdo que podría llevarnos a otra trampa”, ha declarado Lavrov.“Hablamos de los derechos de quienes viven en estas tierras”, ha proseguido el titular de Exteriores ruso en relación con los territorios ocupados en Ucrania, máxima aspiración del Kremlin en las negociaciones. “Por eso las apreciamos. Y no podemos renunciar a ellas ni permitir que expulsen a la gente”. Rusia mantiene el control sobre una quinta parte del territorio de Ucrania.

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